Con la llegada del verano, la búsqueda de la playa ideal se vuelve obligatoria pero. Playa Escondida, La gran atracción de las Islas Marietas, un archipiélago protegido a 45 minutos en barco de Puerto Vallarta, es una de esas rarezas terrenales que parecen haber sido creadas para el puro uso y disfrute de los turistas más aventureros. Agarra tu equipo de buceo y sumerjámonos en Playa Escondida, la joya de las Islas Marietas.
Esta exquisita playa está escondida como un tesoro en las Islas Marietas; en un archipiélago deshabitado, pequeño y muy escarpado, ubicado a corta distancia de nosotros.
Las Islas Marietas son un santuario para miles de aves, incluyendo una próspera colonia de piqueros patiazules; rodeadas de un santuario marino, con aguas repletas de peces, rayas, y todo tipo de vida marina. Para llegar a esta playa -es necesario nadar por un túnel. "Playa Escondida" es uno de los destinos más sorprendentes de la Bahía de Banderas.
Llegamos en barco a un remoto archipiélago, el sol brilla, las aguas turquesas nos esperan y encontramos un pequeño túnel excavado en la roca del cabo frente a nuestros ojos. Saltamos para zambullirnos y adentrarnos en el pequeño agujero, comprobando que a lo lejos hay una playa excavada en la misma isla: es Playa Escondida.
De características algo "indescriptibles", podría decirse que Playa Escondida rinde tributo a su nombre, pues - excepto desde el aire - su presencia es impredecible hasta el momento en que comprobamos que un túnel conduce a una playa que brota en el mismo interior de una isla, brindándonos uno de esos desconocidos lugares del planeta que quitan el habla. Respecto al túnel que debemos atravesar, no debemos temer por la profundidad o falta de oxígeno, ya que este umbral tan solo abarca unos pocos metros entre el Pacífico y la misma Playa Escondida.
Si bien son muchos los rumores acerca de la formación de esta playa - ensayos de bomba por parte de los mejicanos -, la principal (y más obvia) razón es la misma erosión de la costa golpeada por las olas. La playa, al igual que el archipiélago, son Patrimonios de la Humanidad por muchas razones que vamos a explorar en estas islas de la Riviera Nayarit.
Las Islas Marietas se componen de dos islas y dos islotes deshabitados. El punto más cercano desde la costa es Punta de Mita, en Nayarit (unos 8 km), si bien uno de los puertos más turísticos es Puerto Vallarta (39 kilómetros). Un paraíso sostenible y protegido que, si bien limita la actividad del turista, obedece a ciertas normas con tal de preservar este santuario para numerosas especies marinas, aves y bosques semi tropicales.
Para viajar hasta las Islas Marietas es necesario un permiso que suelen incluir las diferentes agencias de viaje - igualmente es bueno preguntarlo -, las cuales suelen enviar barcos cada día entre un período de cuatro y cinco horas, si bien previenen que el único modo de entrar en la isla es a nado. Expertos como biólogos suelen complementar las explicaciones de un guía turístico mientras que la comida, alcohol o libre visita de la isla a través de sus bosques quedan prohibidos como medidas preventivas.
Por otra parte, Islas Marietas es un paraíso para los aficionados al snorkel, el kayak o el buceo, actividades que pueden practicarse tanto en Playa Escondida como en otras calas o bajo los arcos de roca que estas islas dibujan alrededor de su diámetro.
Respecto a sus habitantes, podemos decir que este archipiélago eco turístico alberga numerosas especies: comenzando por las aves encontramos ejemplares de piqueros azules, pelícanos o gaviotines, protagonistas de una perfecta sesión de birdwatching. Los delfines también suelen ser avistados en las proximidades de la isla, mientras la gran estrella, las ballenas jorobadas, pueden ser avistadas entre diciembre y marzo, a su regreso de aguas canadienses. Un recomendado espectáculo a realizar durante el amanecer.
Playa Escondida es la mayor atracción de las Islas Marietas, uno de los mejores ejemplos de turismo sostenible y gran orgullo de las siempre bellas costas mexicanas. Un paraíso al que viajar con cierta concienciación del medio pero también la mejor predisposición para zambullirte en sus aguas turquesas, perderse entre los secretos que talla el mar o contemplar la naturaleza en su más puro estado.
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